Una experiencia gastronómica entre el blanco de la sal y el negro de la lava en la Palma
Perfectamente integrado en el entorno, ejemplo para muchos, de cómo intervenir en un Espacio Natural Protegido, sin alterar su naturaleza y su entorno visual, se encuentra desde septiembre de 2013, el Restaurante Temático El Jardín de la Sal.
Al frente de los fogones un joven cocinero, Juan Carlos Rodríguez Curpa, una persona que ha sabido absorber rápidamente todo el legado familiar, social y cultural que para la familia Hernández supone las salinas, y poner en sus platos todo el sabor de los valores que rodean a esta empresa.
“Cocina con alma, sentimiento y corazón”, su frase por bandera que recuerda a diario el puesto que preside una de las paredes de su cocina. Su cocina se ha convertido en un laboratorio para el amplio mundo de la sal, siendo el lugar de prueba de las líneas de nuevas sales aromatizadas que en breve sacaran al mercado.Flor de sal de aceitunas negras, de tinta de chipirón, de lima, etc. o bien las primeras pruebas de sales líquidas e incluso del apreciado “Garum”.
Juan Carlos Rodríguez Curpa, formado en el IES Virgen de las Nieves de la capital palmera y rodado en El Parador, denota un claro interés por el producto local, sus quesos D.O.P.Q “La Palma”, las mieles y sobre todo el pescado del pequeño embarcadero junto al Faro de Fuencaliente, predominan en sus creaciones. No hace falta sino ver la luminosidad de su cara y una sonrisa picarona cuando en su manos cae un simple pez escolar o mantequilla, un pez sable o conejo del infierno, especies no tan comerciales, pero al que él sabe sacarle un gran partido culinario.